viernes, 25 de noviembre de 2011

Georges Yvetot: por una educación sin dogmas

     Georges Yvetot (1868-1942) era un sindicalista revolucionario francés que abogó en algunos de sus escritos por la creación de escuelas sindicales. Cambiar el mundo del trabajo y el mundo de la educación eran para este tipógrafo anarquista dos caras de la misma moneda y había que luchar con tanto ahínco por mejorar las condiciones de trabajo como por crear una cultura y una educación nuevas. Yvetot fue –además de impulsor de las Bolsas de Trabajo en Francia– un decidido pacifista y estuvo entre los fundadores de la Liga antimilistarista y de la Asociación Internacional Antimilitarista. 
     Cerrar puertas de conventos y de cuarteles para abrir escuelas nuevas constituía sin ninguna duda para Yvetot una tarea revolucionaria. Esas escuelas auspiciadas por los sindicatos debían ser diferentes a las creadas por el Estado o las regentadas por la Iglesia. Escuelas nuevas alejadas del dogma de la patria y del dogma religioso. Pero también alejadas del dogma del socialismo porque sólo se pueden formar inteligencias fuera de los dogmas, de todos los dogmas. Frente a las banderas y a los dogmas de fe, frente a las consignas partidistas y a los desfiles, la nueva escuela debía enseñar a los niños y adolescentes la vida, enseñarles a vivir, hacerles amar la libertad, desarrollar su amor a la independencia, secundar sus iniciativas, ayudar sus aptitudes.
      
     [Me gusta mirar una fotografía en la que Yvetot aparece sereno y mirando de frente a la cámara sin arrugarse. Está en las puertas del Palacio de Justicia de Nantes para declarar por su implicación en una huelga de estibadores durante la primavera de 1907. Se encuentra rodeado de gendarmes, pero no pierde un ápice de su dignidad obrera y está seguro de que su lucha es justa, pese a que la Justicia diga otra cosa:
      

     En el reverso de la fotografía, reescribo sus palabras y la guardo en mi cuaderno de clase: formar inteligencias fuera de todos los dogmas, enseñarles a vivir, hacerles amar la libertad, desarrollar su amor a la independencia, secundar sus iniciativas, ayudar sus aptitudes. Ése es el programa educativo al que me gustaría poder acercarme]

domingo, 13 de noviembre de 2011

Occupy (II)


     En un reportaje-entrevista aparecido en El País, el escritor y guionista David Simon –creador de The Wire y Treme– arremete contra el periodismo mayoritario en nuestros días, que considera superficial y plegado al poder. Un periodismo sin interés en profundizar en los temas que se abordan en las noticias:
     
     "Las noticias, cuando ocurren, te obligan a contar de inmediato lo que ha pasado, aun sin entender nada. Es inevitable, la superficialidad inicial es un mal intrínseco al periodismo. Pero el error es no profundizar después y, desafortunadamente, los periodistas cada vez profundizan menos, no regresan a la noticia". 

     Un ejemplo claro de ello es el movimiento Ocupa Wall Street, cuya cobertura informativa resulta para Simon caprichosa y anodina (y cuyos comentarios recuerdan mucho a lo sucedido en España con el movimiento 15-M y el tratamiento informativo que se le ha dado y se le da todavía hoy en los distintos Medios de Formación de Masas):

     "La prensa le pone el micrófono en la boca a un manifestante que puede ser alguien que sabe de lo que habla o alguien que es prisionero de su propio enfado con Wall Street. Así se crean coberturas caprichosas que dependen de la suerte del manifestante que escoges". 
     "Desde los años ochenta el libre mercado es la respuesta a todo. Maximizar beneficios se ha convertido en el sistema métrico con el que se mide el valor de las cosas y de las personas. Y la gente del parque Zuccotti ha entendido que hay que cambiar ese sistema porque si permites que sea el mercado el que dicta los salarios estás diciendo que los seres humanos no valemos nada. Hoy podemos producir mucho con muy poco y eso solo beneficia al capital, que sigue ganando dinero. Por eso si The New York Times envía a un reportero de negocios a cubrir las protestas en el contexto de una América que lo racionaliza todo en función del máximo beneficio, en su artículo escribirá que esta gente no sabe lo que dice porque no entiende cómo funcionan los mercados. Pero es exactamente al revés, lo entienden perfectamente y por eso han decidido dar un paso en otra dirección. Yo los admiro".

     David Simon considera que Ocupa Wall Street es el acto de desobediencia civil más importante que ha ocurrido en Estados Unidos desde la guerra de Vietnam y se muestra ilusionado con lo que ha conseguido y con su devenir:

     "Lo que están consiguiendo, pacíficamente, aunque sea abstracto y teórico, me ha devuelto la ilusión por lo que somos y por lo que tenemos el potencial de ser. Lo único que temo es que la historia me dice que en América todas las conquistas sociales han llegado a través de la violencia. Aun así, si no estuviera en Nueva Orleans, estaría en el parque Zuccotti" 


(Puedes leer el reportaje-entrevista completo en El País)

 

domingo, 6 de noviembre de 2011

Occupy

     
     Mi amigo Charles Reeve me envía el enlace a www.occupyoakland.org donde pueden verse algunos vídeos sobre la huelga general en Oakland. Me comenta igualmente la gran manifestación en Washington DC (Occupy Washington) delante de un congreso de los dirigentes de la derecha americana (Tea Party) y donde podían leerse en algunas pancartas lemas como "Our problems stem from our acceptance of this filthy rotten system ".
     
     Hoy puede leerse en el diario Público un extracto de una charla que dio Noam Chomsky en el campamento Occupy Boston como parte de unas conferencias en memoria de Howard Zinn: "Ocupemos el futuro". Os dejo con la parte final de la charla:

     No se pueden lanzar iniciativas significativas sin una base popular amplia y activa. Es necesario salir por todo el país y hacerle entender a la gente de qué se trata el movimiento Occupy; qué puede hacer cada quién y qué consecuencias tendría no hacer nada.
     Organizar una base así implica educación y activismo. Educar a la gente no significa decirle en qué creer: significa aprender de ella y con ella.
     Karl Marx dijo: “La tarea no es sólo entender el mundo, sino transformarlo”. Una variante que conviene tener en cuenta es que, si queremos cambiar el mundo, más nos vale entenderlo. Eso no significa escuchar una charla o leer un libro, si bien eso a veces ayuda. Se aprende al participar. Se aprende de los demás. Se aprende de la gente a la que se quiere organizar. Todos tenemos que alcanzar conocimientos y experiencias para formular e implementar ideas.
     El aspecto más digno de entusiasmo del movimiento Occupy es la construcción de vínculos que se está dando por todas partes. Si pueden mantenerse y expandirse, el movimiento Occupy podrá dedicarse a campañas destinadas a poner a la sociedad en una trayectoria más humana.