lunes, 26 de julio de 2010

Por una enseñanza laica

     Hoy día el conservadurismo se ha hecho fuerte y ha ganado muchas posiciones en el discurso hegemónico de la sociedad española. El caso de la religión en las escuelas es un buen ejemplo. En muchos centros públicos, las personas que apuestan por la laicidad, por desterrar el pensamiento religioso y dogmático de la enseñanza y que reivindican la ausencia de signos religiosos en las aulas y espacios comunes son tachadas de radicales. En el blog amigo de José B. Seoane, éste comentaba el caso de los belenes durante las Navidades, una estampa común que hay que aguantar todos los años por esas fechas en muchas salas de profesores. Mientras la asignatura de Educación para la ciudadanía se va diluyendo con una hora semanal y con libros de texto en los que desaparecen los aspectos más progresistas y libertarios, la Iglesia sigue adelante con su particular cruzada idiotizadora y no descansa ni en verano. Prepara ya sus armas para el próximo septiembre. Y si no, lean la columna que firmó hace unos días Ignacio Escolar en el diario Público.
      
     Los trabajadores anarquistas comenzaron hace ya más de un siglo la lucha por conquistar una educación al margen de la Iglesia y del Estado, la lucha por promover una educación laica e integral. Un ejemplo entre muchos -recogido de la Antología documental del anarquismo español- es el de la creación de una escuela laica en Valencia en 1890, según un artículo aparecido en La Víctima del Trabajo (6 dic. 1890). En 2010, el proyecto pedagógico de estos trabajadores libertarios de Valencia sigue vivo:

     "Debido al esfuerzo realizado por el Centro de Trabajadores, sito en la calle de Guillem Sorolla, número 30, acaba de establecerse en el mismo, una Escuela Laica, primera y única en esta ciudad. 

     Su inauguración tuvo lugar el domingo 15 del mes de Noviembre próximo pasado, con asistencia de gran número de trabajadores de ambos sexos, que amantes del progreso, y comprendiendo la imperiosa necesidad que existe de educar a los niños libremente y apartarlos por consiguiente de las falsas y perniciosas doctrinas de las religiones positivas no han omitido sacrificio alguno hasta ver realizado su elevado propósito.
     Mentira parece que en una población que como ésta consta aproximadamente de 170.000 habitantes y en donde existen tantos hombres que parece se llenan la boca con titularse librepensadores, republicanos federales, masones, etc., y que cuentan indudablemente con más medios que aquellos que están sujetos a un miserable jornal, sean estos, los trabajadores, que carecen de tiempo, de dinero y de ilustración, los que primero hayan realizado tan necesario adelanto. ¿Sabéis por qué? Porque son los únicos que aman de veras el progreso y saben sacrificarse por él.
     Pronunciáronse en dicho acto entusiastas discursos encaminados a evidenciar las inmensas ventajas de este método de instrucción, sobre el deficiente y rutinario que hoy se emplea; en este sentido hicieron uso de la palabra varios compañeros, los cuales probaron de modo irrefutable, la gran influencia que ejercen las doctrinas religiosas en la constitución de la sociedad, puesto que, encerrando la inteligencia virgen de los niños en un pequeño círculo de ideas contrarias a la libertad y dignidad humanas, fórmase el hombre falto de todo sentido práctico, desconocedor de sus deberes y derechos para con la sociedad en que ha de vivir y sin amor al progreso ni a las ciencias que lo determinan, porque éstas le prueban la falsedad de las doctrinas que profesa y que debido a una fe ciega contraria a la razón, él tiene por santas y verdaderas. Este modo de ser del hombre religioso, le conduce a ser instrumento de aquellos que, conociendo cuanto él ignora, aprovechan su embrutecimiento para realizar sus bastardos fines, y así vemos sustituir esta monstruosa desigualdad social, sin una protesta enérgica y unánime de los desheredados.

      La enseñanza laica por el contrario apartada de toda doctrina religiosa, cultiva las ciencias y fomenta el desarrollo de la inteligencia con el estudio gradual de los más útiles conocimientos; forma al hombre apto para el cumplimiento de sus altos fines, y lo eleva a la categoría que por derecho natural le pertenece. 
     El convencimiento que la exposición de estas verdades llevó al ánimo de todos los que asistieron a la reunión, respecto de los grandes beneficios que la creación y sostenimiento de esta escuela ha de proporcionar para la ilustración y emancipación de la clase trabajadora, tuvo su evidente demostración momentos después. En efecto: tomada la palabra por uno de los compañeros para manifestar que cuantos tuvieran hijos y fueran gustosos en que recibieran la educación libre, a la vez que científica y moral que ha de dárseles en dicha escuela, podían decir sus nombres y la cuota mensual por que se suscribían, fueron muchos los que se apresuraron a inscribirse y comprometerse a satisfacer una cuota para cuyo pago han de hacer un nuevo sacrificio. La prueba de lo que dejamos expuesto, es que en el acto fueron matriculados 43 niños de diferentes edades, habiendo aumentado posteriormente su número hasta el de 74.
     Las clases han sido divididas en tarde y noche, con objeto de que aquellos obreros que trabajan de día y quieran asistir, no se vean privados de poder hacerlo. Al mismo tiempo y comprendiendo la desigualdad de jornal y necesidades que entre nosotros existe, se acordó que la cuota que se satisfaga para el sostenimiento de la escuela y como recompensa al profesor, que es nuestro ilustrado compañero, Francisco Pastor, sea voluntaria.
Esperamos con fundamento que los trabajadores todos, secundarán la realización de tan honroso pensamiento y le prestarán su apoyo moral y material."


    

domingo, 11 de julio de 2010

La querencia del maestro

     Mario Vargas Llosa ha visitado Yasnaya Polyana, la aldea rusa donde Tolstoi vivió y donde puso en marcha la escuela para los hijos e hijas de los campesinos de la zona. A partir de este viaje, Vargas Llosa escribe un bonito artículo en El País donde repasa algunas de las características del escritor ruso: su genio novelístico, sus proyectos revolucionarios, su continua preocupación por la innovación educativa, su búsqueda de una vida simple, apegada al trabajo agrícola y manual, su apuesta por un cristianismo primitivo y su defensa de un anarquismo humanista y de un pacifismo radical.

sábado, 10 de julio de 2010

Por la Federación Ibérica

    
     Estupendo artículo que Fernando Álvarez-Uría, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, escribió hace unos días en cuartopoder como homenaje al escritor portugués José Saramago. Una crítica lúcida a todos los tipos de nacionalismos y patriotismos estrechos y una defensa apasionada de la federación ibérica entre España y Portugal, de una Europa unida política y socialmente, de un mundo convertido en una inmensa república de ciudadanos libres.

jueves, 1 de julio de 2010

Cien imágenes para un centenario. CNT 1910-2010

     Esta mañana he recibido por correo el libro 100 imágenes para un centenario. CNT 1910-2010, en el que he tenido la suerte de ser invitado a colaborar con un texto sobre Ricardo Mella y su obra La coacción moral. Transcribo a continuación las características de la obra que aparecen en su solapa interior:

   
     "A través de cien imágenes (grabados, fotografías, carteles, cabeceras periodísticas, …) que ilustran otros tantos acontecimientos históricos, se repasa la biografía colectiva del movimiento obrero en España, desde la desaparición de la organización gremial, en el lejano 1836, hasta la actualidad, cuando celebramos el primer centenario de la CNT.

     La obra se estructura en seis capítulos: Las Raíces (1836-1874), Los orígenes (1875-1910), Los primeros pasos (1910-1931), La revolución (1931-1939), La lucha (1939-1975) y La reconstrucción (1975-2010), a los que precede un breve prólogo escrito por Juan Pablo Calero.

     Los comentarios, originales e inéditos, han sido escritos para este libro por Ferrán Aisa, Moncho Alpuente, Alicia Alted, Irma Fuencisla Álvarez, José Álvarez Junco, Julio Aróstegui, Juan Pablo Calero Delso, María Dolores de la Calle, Marciano Cárdaba, Just Casas, Noam Chomsky, Jesús Cirac, Richard Cleminson, Carlos Coello, Joel Delhom, Xavier Díez, Alejandro Díez Torre, Chris Ealham, Isabel Escudero, Pedro García Bilbao, Agustín García Calvo, José Luis García Rúa, Teresa González, Diego Guerrero, José Luis Gutiérrez Molina, Albert Herranz, Ángel Herrerín, Sergio Higuera, Miguel Íñiguez, María Paz Ladrón de Guevara, Anonio López Astudillo, José Luis Ledesma, Irene Lozano, Jorge Maíz, José María Marín, Dolors Marín, Eduard Masjuan, Raúl Mateo Otal, Abdón Mateos, Nelson Méndez, Enrique Moradiellos, Bernat Muniesa, Ignacio Muñiz, Javier Navarro Navarro, Rafael Núñez Florencio, Ángel Olmedo Alonso, Jaime Pastor, Dionisio Pereira, Manuel Pérez Ledesma, Lucía Rivas, Beltrán Roca, Antonina Rodrigo García, Eduardo Romanos, Raúl Ruano Bellido, Amparo Sánchez Cobos, Raquel Sánchez García, Isidro Sánchez, Carles Sanz, Susanna Tavera, Alejandro Tiana Ferrer, Julián Vadillo Muñoz, Javier del Valle-Inclán, Eulalia Vega, Alfredo Velasco, Claudio Venza, Manuel Vicent Balaguer, Rafael Villena Espinosa y Joan Zambrana.
     La obra se completa con textos de Manuel Buenacasa, Juan Gómez Casas, Eduardo de Guzmán, Anselmo Lorenzo, José Martínez Ruiz Azorín, Cipriano Mera, José Peirats, Ángel Pestaña, Rudolf Rocker, Ángel Samblancat, José Sánchez Rosa y Salvador Seguí."